jueves, 7 de octubre de 2010

El camino más largo comienza con el primer paso


Hoy, ahora, tras dudas y titubeos varios, inicio este blog. Dicen que no hay privilegio más grande que el de ser útil a los demás. Si alguna de las ideas que se exprese en este espacio tiene el efecto de sembrar inquietudes que lleven a avanzar en el camino interior, la mitad del propósito de estas notas se habrá cumplido. La otra mitad es estrictamente personal: escribo porque necesito hacerlo, así como hay maestros que enseñan lo que más necesitan aprender. Bienvenidos, todos. Estoy seguro de que éste será un medio de aprendizaje para su servidor y para aquellos que han tomado caminos paralelos.

El primer asunto que me interesa tratar es la naturaleza de este espacio. En plática con amigos muy estimados --uno de ellos, muy buen blogger (ver http://cuevanobiker.blogspot.mx/)-- me invitaban a que iniciara un blog con temas de política en general o de política y administración pública local. El primer escollo en ese propósito es que son temas que académicamente abandoné antes de haberlos estudiado a profundidad: en todo caso es posible que tenga alguna experiencia práctica de ambos asuntos, pero nada como para construir un espacio de reflexión que realmente abone en el desarrollo del tema.

El segundo “escollo”, que es en realidad el motor de este experimento, es que mi parte no racional, el dulce susurro de la intuición, llevaba meses diciéndome que era importante para el de la pluma compartir en un foro público sus escarceos y peripecias con la literatura de la consciencia, pero sobre todo, con su puesta en práctica.  

Sin que exista un parteaguas claro y sin que sea importante determinarlo, sí puedo decir que mi vida ha experimentado un giro importante en los últimos años y que es una u otra dependiendo de la atención que pongo o dejo de poner en el momento presente y en su efluvio inagotable –divino-- de serenidad e inefable sabiduría.

Actuar con presencia o sin ella, hace toda la diferencia en la toma de decisiones cotidianas. Y con el conjunto de las decisiones se forjan los destinos. Con “presencia” me refiero al estado de consciencia que nos permite estar perfectamente alertas de lo que ocurre en el entorno, pero con la mente en silencio, serena, dócil. Los famosos clichés relativos a escuchar la voz interior, cerrar los ojos y ser consciente por unos segundos de que se tiene vida dentro del cuerpo o tomarse un minuto para poner atención en la respiración propia, cumplen con la función de facilitar, por breves instantes, ese estado.

Desde luego hay técnicas --y escuelas completas-- dedicadas a esa labor. Con cientos de nombre y con miles de procedimientos, al final del día, la consciencia, la posibilidad de ampliar la percepción y liberarse de las trampas de la apariencia, es el propósito último de todos estos esfuerzos y quizá de la existencia misma.

No pertenezco a ninguna escuela ni soy devoto de ninguna religión organizada; esto me permite abrevar y aprender de todas sin necesariamente seguir alguna. Tuve la bendición de una educación liberal y, por ende, abierta a la crítica y a lo diverso. El primer paso en este camino, desde mi punto de vista, es la renuncia a los dogmas. Pensados originalmente como mecanismos de control y de educación para masas analfabetas, los dogmas han perdido su utilidad social en el mundo de hoy y, por el contrario, son  el último bastión de las sombras. Éste quiere ser un espacio libre --y por ello, respetuoso-- de todas las ideas.

Aun sin militancia en alguna escuela, es inevitable agradecer las fuentes de inspiración que me han llevado a la redacción de estas líneas: en primerísimo lugar a mi padre, quien tuvo la generosidad de establecer un marco de libertades en el hogar y una presencia permanente de fuentes de información (libros, prensa, películas, conferencias y hasta visitas a congregaciones religiosas y organizaciones diversas) que fueron determinantes en ser quien soy.  

Además, tuve la oportunidad de conocer un poco de la simbología y prácticas de fraternidades de origen medieval durante mi primera juventud. Por ello, me siento afortunado pues tuve materia más que amplia para encauzar mis inquietudes juveniles vinculadas a los temas de espiritualidad.

Más adelante en la vida, nuevos maestros, en forma de libro, amigos, vivencias o simples charlas se hicieron presentes: el Tao Te King es una lectura para revisitar toda la vida; Herman Hesse y su interpretación occidental de la sabiduría de Oriente; el Kybalión y sus graves y complejas implicaciones místicas; la Tabla Esmeralda y sus mitos; Borges, la kabbalah, Eckhart Tolle y su silenciosa invitación a la presencia y a la luz; Deepak Chopra, tan vilipendiado por la “intelectualidad” y, sin embargo, tan eficaz para traducir la sabiduría védica y sufí en perlas occidentales de consciencia. Quienes decidan seguir estas líneas, encontrarán inevitablemente ecos de todo esto y más.

Dos ideas para concluir y que habrá que desarrollar en sendas entradas:

El presente es, desde una perspectiva, la fracción más pequeña y elusiva del tiempo: fluir constante de parpadeos que lo vuelven inasible. Empero, desde otra, es posible que el presente sea el testimonio palpitante de la eternidad: no hay otro tiempo, que no sea el presente. Siempre estamos en el presente. Nunca ha ocurrido nada fuera de él ni nunca ocurrirá (Eckhart Tolle dixit).

“Tú no estás en el mundo: el mundo está en ti” (Deepak Chopra dixit). Intelectualmente repaso y regreso con frecuencia a esta idea. Espero poder aprehenderla y asimilarla de verdad; no con la mente sino con el corazón. La gravedad de sus implicaciones, el fascinante e insondable reino de libertad que abre su formulación, han provocado, entre muchas otras cosas, que hoy me haya volcado en este texto, que amorosamente obsequio a sus lectores.

Abrazos y bendiciones.

Miguel Augusto

7 comentarios:

  1. Excelente idea frère, bienvenido al bloggerespacio, mucho éxito!

    ResponderEliminar
  2. Estimado Miguel recibe mis humildes bendiciones, que dios te cuide para que sigas compartiendo con amigos y estraños haciendo uso de éstas maravillosas herramientas. Mariano Azuela

    ResponderEliminar
  3. Gracias Cuervo, te leeré con atención

    ResponderEliminar
  4. Thalía me hizo conocerte y agradezco a la divinidad por ello, ya que que poco a poco nos estamos re-uniendo quienes estamos en el mismo intento.

    Hablando del Maestro Eckhart Tolle, puedes descargar su libro en:

    http://4aguila.wordpress.com/2010/10/02/99/

    También te invito a visitarme y dejar tus comentarios en el blog que inicié recientemente, inspirado en lo mismo: http://4aguila.wordpress.com

    ResponderEliminar
  5. ¡Enhorabuena! Muchas gracias por compartirte con nosotros.Te seguiré de cerca.

    ResponderEliminar
  6. Excelente inicio de tu blog Miguel. Muchas felicidades y seguiré atento tus posts.

    ResponderEliminar
  7. buscando respuestas, me adentre a navegar este mar de información, ... y te encontré. GRACIAS HERMANO. Tenias razón, por alguna buena razón estamos por aquí, y coincidiendo... AGG

    ResponderEliminar